Lecciones de Nicanor

Si nos piden una frase para describir a Nicanor Dueñas, diríamos que es, por sobre todas las cosas, un hombre agradecido. Tiene 85 años, y su postura jovial y risueña nos lleva a catalogarlo como una persona eternamente joven. Es de los primeros beneficiarios del Programa Resiliencia ante Inundaciones, ejecutado por Practical Action con el financiamiento de la Fundación Zúrich, en el asentamiento humano María Parado de Bellido, una localidad pobre acomodada a orillas del río Rímac en el distrito de Lurigancho, en Chosica. Antes de responder las preguntas de nuestra charla nos pide unos minutos para “agradecer a Practical Action por todo lo que nos han dado este tiempo con el proyecto”.

Nicanor es un hombre comprometido con las labores de su pueblo. Habita en María Parado de Bellido desde el año 1961, y ha luchado desde siempre por el bienestar de la localidad. Él se encargó de gestionar en el 2001 un muro de contención, por ejemplo, y hoy por hoy, cada vez que tiene oportunidad de coincidir con las autoridades, alza la voz en búsqueda de la pavimentación de la zona.

Por esa razón no fue una sorpresa para ninguno de sus vecinos el hecho de que Nicanor haya sido designado como coordinador de la brigada de la zona, o que haya sido de los primeros vecinos en sumarse a las acciones del proyecto como brigadista. “Una de las primeras funciones con Practical Action fue organizarnos en brigadas”, nos dice Nicanor. “Somos 14 brigadistas. Hay hombres y mujeres involucrados, y a todos nos han capacitado para poder ayudar a nuestra gente en caso haya un huayco o una inundación. Los más jóvenes son los encargados de cargar a los heridos, y nosotros, los más adultos, damos la alerta y ayudamos. Así sea en plena lluvia, o en la noche, porque en la noche se asoma el huayco a veces, debemos estar alertas”.  

Los más de 50 años que lleva Nicanor en Chosica hacen que sepa mejor que nadie la situación de vulnerabilidad a la que se enfrentan. Nos habla de “un huayco tremendo en el año 83, que vino con lodo y árboles enteros”. Relata que por esos tiempos la gente reaccionaba como podía, sin ninguna dirección. “Se hizo como una represa y el puente se rompió. Así y todo teníamos que sacar a la gente. Gracias a Practical Action hemos aprendido cómo debemos reaccionar”.

Nicanor nos dice que el huayco aparece por la carga del río, y que este puede salir por dos zonas, la de Ticlio o la de Santa Eulalia. “Si sale de una de ellas, no pasa nada. El problema es cuando sale de las dos. Ahí debemos estar alertas. Hacemos sonar una alarma que funciona gracias al Sistema de Alerta Temprana (SAT) generado por Practical Action, y de inmediato debemos evacuar a zonas seguras”. 

De la teoría a la práctica

Nicanor menciona también el huayco que en el 2015 apareció por la quebrada Carosio, perjudicando severamente localidades aledañas a María Parado de Bellido. “Nosotros ya veníamos trabajando medidas de prevención y pudimos actuar mejor, pero igual sufrimos daños. Se derrumbaron las graderías y las tuberías de agua y desagüe. Felizmente Practical Action nos donó algunos materiales, y nosotros mismos construimos nuevas tuberías. Y en distintas faenas con los brigadistas, construimos también cuatro canaletas, que son cuatro salidas del rio, para que no se meta el agua a nuestras casas”.

Los mismos brigadistas del proyecto, con Nicanor a la cabeza, son los encargados de hacerle mantenimiento a las canaletas. “Hay dos que funcionan muy bien, y otras dos que necesitan reparación, porque se han destrozado por el paso de los autos. Pero confiamos en repararlas, porque son muy útiles”.

Nicanor nos cuenta que pese a lo mucho que se ha avanzado a nivel de prevención en Chosica, aún hay trabajo por hacer, sobre todo en la concientización de los pobladores. “En el 2015 hubo una falsa alarma, propiciada por las mismas autoridades. Dijeron que había reventado una represa, y que se venía el huayco. Entonces utilizamos nuestras medidas de prevención aprendidas con el proyecto. A punta de silbatos empezamos a comunicarle a la gente que debíamos evacuar y todos salimos a la zona segura. Pero lo que pasó fue que rebalsó la represa, no reventó, entonces nunca llegó el huayco. Eso hizo que perdiésemos un poco de credibilidad, porque la gente empezó a decir ‘nos sacan por las puras’. Pero yo me pregunto, ¿si hubiese sucedido y no nos hubiesen hecho caso?”. 

Nicanor termina la charla tal como la empezó: agradeciendo. “Ojalá no se vayan. Han hecho demasiado por nosotros, pero aún necesitamos ayuda”.  

CHOSICA. Lurigancho, Perú