El desafío

La gran diversidad climática del Perú, combinada con su geomorfología, su ubicación en el extremo sureste del Océano Pacífico, siendo parte del denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, la presencia del Fenómeno de El Niño y la Cordillera de los Andes, presenta un alto nivel de vulnerabilidad con una gran variedad de amenazas potenciales que tiene a su población a convivir con múltiples escenarios de riesgo a lo largo de su historia. Las pérdidas económicas sufridas en el país en las últimas dos décadas como consecuencia de emergencias y desastres se aproximan a los 4 mil millones de dólares.

En los últimos años se han incrementado los riesgos asociados al cambio climático, como lluvias, inundaciones, movimientos en masa, sequías y, con mayor frecuencia, heladas y granizadas en las zonas altoandinas de nuestro país, que se manifiestan en efectos sobre la seguridad y la salud (incluyendo pérdidas humanas), la agricultura y los medios de vida, que son el principal sustento económico de las poblaciones andinas.

Ante esta situación, es necesario aumentar el conocimiento de las amenazas y riesgos asociados al cambio climático que afectan a la población a través de un proceso de capacitación, campañas y acciones de sensibilización. Se fortalecerá la resiliencia comunitaria y la organización comunitaria a través de la conformación de brigadas y plataformas de defensa civil para validar planes e incrementar los niveles de participación comunitaria en la definición, implementación y monitoreo de estrategias y políticas de reducción de riesgo de desastres y adaptación al cambio climático. Asimismo, se trabajará en estrategias y medidas de recarga hídrica y cosecha de agua para mejorar la conservación y recuperación ambiental (suelo, ecosistemas) y las condiciones de producción agropecuaria de las familias y comunidades involucradas.

La estrategia

El proyecto busca contribuir a la preparación de la población ante las amenazas, facilitando y promoviendo el involucramiento de las personas y comunidades para lograr que reconozcan la existencia del riesgo, que identifiquen medidas y las prioricen, como una forma de anticipación, para evitar afectaciones tanto en la vida de las personas así como en la agricultura y los medios de vida, y como consecuencia de ello reducir la vulnerabilidad, aprovechando los saberes ancestrales y tecnología actual.

Por ello, se abordará tres temas: agricultura, peligros naturales y riesgos tecnológicos, y políticas y prácticas de reducción de riesgos de desastres, desde los enfoques territorial, de cuenca, género y capacidades para:

• Impulsar un trabajo para fortalecer las capacidades locales, las competencias técnicas y de gestión de las instituciones, esto permite mejorar los procesos de planificación, promoción y priorización de medidas de prevención y respuesta.
• Implementar tecnologías que permiten desarrollar y difundir información climática útil para los agricultores y la protección de los medios de vida de familias vulnerables;
• Promover un trabajo coordinado con los actores locales, subnacionales y nacionales del SINAGERD, lo cual permite contribuir a reducir el riesgo de desastres y la pérdida de vidas y medios de vida de la población en los distritos que forman parte del ámbito de intervención, contribuyendo así al aumento de la resiliencia de los hogares y comunidades.